Un joven discípulo dijo a un sabio filósofo: Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti. Espera, le interrumpió el filósofo.
Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme.
¿Cuales son las tres rejas maestro? Te explico: la primera reja es la VERDAD. ¿Estas seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme? ¡No, lo oí comentar a unos vecinos!, al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, la BONDAD.
Lo que me vas a decir es bueno para alguien?! No, al contrario!.
La última reja es la NECESIDAD, es necesario que yo sepa lo que vas a contarme? ¡No! no es necesario.
Entonces, dijo el sabio sonriendo: Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, será mejor olvidarlo para siempre.
No permitas que malos comentarios, chismes y personas mal intencionadas dañen tu paz y tu tranquilidad. Y cuando vayas a repetir algo no olvides pasarlo por las tres rejas.
Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme.
¿Cuales son las tres rejas maestro? Te explico: la primera reja es la VERDAD. ¿Estas seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme? ¡No, lo oí comentar a unos vecinos!, al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, la BONDAD.
Lo que me vas a decir es bueno para alguien?! No, al contrario!.
La última reja es la NECESIDAD, es necesario que yo sepa lo que vas a contarme? ¡No! no es necesario.
Entonces, dijo el sabio sonriendo: Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, será mejor olvidarlo para siempre.
No permitas que malos comentarios, chismes y personas mal intencionadas dañen tu paz y tu tranquilidad. Y cuando vayas a repetir algo no olvides pasarlo por las tres rejas.
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